Policías en los puentes, policías en las calles, policías
mostrándose como desfile de modelos de itakas, de chaleco antibalas o de
estricto seño fruncido y cara de malo. Así el gobernador De La Sota adornó la
ciudad de Córdoba de azul cana. Todo especialmente dirigido contra aquellos que
montan una moto para atravesar el centro de la ciudad. La consigna fue “no
linchen! Para eso estamos nosotros! Vamos a agarrar a todos los criminales,
sabemos que andan en moto y son morochitos, los tenemos identificados, no se
Un boxeador boxeado
El gobierno provincial recibió un fuerte golpe el 3 de
diciembre cuando su policía se amotinó y organizó violentos saqueos por toda la
ciudad que aterrorizaron a una buena parte de la población e implicaron, incluso,
unos primeros linchamientos especialmente dirigidos contra los “jóvenes de
gorra” de Córdoba. Así parecía desmoronarse finalmente su sueño presidencial y
hasta su plan b de mantenerse al frente del gobierno provincial. Sin embargo,
herido pero fiel a su naturaleza, vuelve a la carga. A mediados de marzo flameó
un proyecto de ley anti huelga, haciendo letra el sueño derechista de
garantizar los “servicios esenciales” se embanderaba con la defensa de “la
gente” contra los trabajadores. El sindicalismo oficial(ista) que gusta de ser
súbdito de su majestad De La Sota, esta vez tuvo que salir, muy incómodo, a la
calle. Su rey le había escupido en la cara. Se cuidaron, estas conducciones
gremiales, de sacar estrictamente a sus cuerpos orgánicos y no implicar a la
base de los trabajadores a quienes, hace rato, temen verles la cara. El
gobierno se ocupó entonces de guardar en el freezer su proyecto hasta que haya
mejores condiciones climáticas con menos bombas de estruendo en el cielo. Ahora
su derechismo vuelve a salir en modo declaración mediática como advertencia a
los trabajadores.
Fotos indeseadas
Pero mientras DLS sigue jugando por derecha no puede sino
crecer una fuerte oposición social en Córdoba. La imagen de brazos obreros
levantados en asamblea votando a favor de un acuerdo satisfactorio para sus
demandas fue una foto nueva en Córdoba. La postal es de Valeo, la fábrica
agremiada en la UOM que llevó a cabo un contundente paro apoyado sobre las
asambleas que le dieron la solidez necesaria. Esta lucha fue emergente de un
descontento generalizado de la juventud trabajadora cordobesa que no para de
crecer. En estos momentos amenazan los obreros de otra metalúrgica, Conmeca,
con tomar la planta. Sumamos una foto de noviembre de una multitudinaria
“marcha de la gorra” contra la sistemática represión policial a la juventud de
los barrios populares de Córdoba, esto bien podría ahora mutar en una buena
“marcha de la moto” como se escucha por ahí. Agregamos así al collage la imagen
del apoyo masivo a la resistencia a la instalación de Monsanto que supo empujar
al gobierno provincial a rechazar el “informe de impacto ambiental” de la
norteamericana y ahora a un fallo judicial contra la misma. Lejos quedan los
días en que entre abrazos y sonrisas brillantes DLS por un lado y CFK por el
otro recibían a la empresa asesina por excelencia. Seguro que a la hora de
hablar de la relación con poderes como este nada está concluido y en cualquier
momento pueden volver a la carga, con timing político o sin él.
De disputas y hegemonías
Los interrogantes que se abren tienen que ver con el rumbo
de esta oposición creciente al “Gallego”. No son pocos los que se anotan
presurosos para ser su expresión política. Ahí no para de saltar y hacer señas
“El Luis” Juez que, haciendo honor a su trayectoria de vaivén, estaría cerrando
acuerdo, aún a escondidas, con el kirchnerismo local por un armado “progre”
para gobernar la provincia el año que viene. Invirtiendo campañas, en este caso
al que le serviría que Córdoba sea una isla sería a los K para hacer campaña
progresista contra el Gallego sin tener que responder a la derechización del
gobierno nacional.
La imagen que le no gustaría ver a este tandem juecista-K
aunque tampoco al delasotismo sería la del crecimiento de las protestas y el
enlazamiento entre los laburantes que empiezan a dar sus peleas. Hablamos de
trabajadores a los cuales no logren convertir en aplaudidores del gobierno o de
esta oposición. Ni hablar si estos son capaces de tirar los cables hacia
aquellos que encaran una importante diversidad de luchas populares como las que
mencionamos.
Si un polo así puede empezar a dar pasos en disputar la
hegemonía sobre el descontento generalizado que como decíamos va creciendo se
empezaría a mover el piso sobre el que piensan apoyarse juecistas y kirchneristas.
Tampoco significaría sonrisa alguna en dirigentes sindicales de los que se
perpetúan en oficinas donde cuelgan cuadros de De La Sota o de Cristina si el
crecimiento de un polo de estas características refuerza la lucha de
oposiciones antiburocráticas por desbancarlos. Un muy buen síntoma fue el
Encuentro Sindical Clasista que se hizo en Atlanta hace unas semanas.
Estamos a pocos días del paro del 10 de Abril que
seguramente como ya sucedió el 20 de noviembre de 2012 demostró la fuerza de la
clase trabajadora, esperamos, y haremos todo lo posible porque así sea, porque
sea un empujón de ánimo de lucha de los trabajadores. Veremos como se
manifiesta en Córdoba también.
En fin he ahí un desafío clave para una izquierda que quiera
influir en el curso de los acontecimientos y no solo sacar votos y hacer
proyectos de ley. Síntomas, símbolos, avances, proyecciones, apuestas. Nada por
perder para unos, mucho para otros.